En las últimas décadas, el sector de la refrigeración ha experimentado una transformación silenciosa pero esencial hacia alternativas más sostenibles. En el centro de este movimiento están los refrigerantes naturalescomo el dióxido de carbono (CO₂), el propano (R-290), el isobutano (R-600a) y el amoníaco (R-717). Todos estos fluidos tienen un impacto prácticamente nulo en el calentamiento global y no dañan la capa de ozono, a diferencia de los HFC y HCFC, aún comunes en sistemas más antiguos.
O Brasil se ha destacado a nivel regional en este escenario. Según una encuesta de la plataforma ATMOsphere (2024), el país ya cuenta con 863 instalaciones de sistemas en cascada CO₂/R-134a e 81 sistemas con enfriadoras de propano (R-290) en operación, principalmente en los sectores minorista e industrial. Estas cifras sitúan a Brasil entre los líderes en América Latinajunto con Chile y Argentina, en lo que respecta a la regulación y el uso de refrigerantes naturales.
Sin embargo, a pesar de los avances regulatorios, la adopción de estos sistemas aún está lejos de alcanzar el potencial necesario para una transición amplia y urgente. En comparación, Europa ya supera 95.600 instalações com CO₂ transcríticomientras que Japón suma más de 12.700 unidadesEn toda América Latina, solo se han registrado 680 sistemas de este tipo, lo que demuestra una brecha técnica y económica que aún debe superarse.
¿Por qué migrar a refrigerantes naturales?
La respuesta está en el impacto ambientalLos refrigerantes sintéticos como el R-404A y el R-410A tienen índices muy altos de Potencial de Calentamiento Global (GWP), que pueden llegar a ser hasta 4.000 veces el efecto del CO₂. En cambio, el CO₂ utilizado como fluido refrigerante tiene un GWP igual a 1. El propano, además de ser natural, tiene excelente eficiencia energética y es ampliamente compatible con sistemas de climatización industriales y comerciales.
Además, los países signatarios del Acuerdo de Kigal como Brasil, están obligados a eliminar progresivamente los HFC para mediados de 2045. Es decir, las empresas que migren temprano a soluciones con refrigerantes naturales estarán un paso adelante en términos de cumplimiento, ahorro económico y reputación ESG.
Obstáculos: seguridad, costo y capacitación técnica
A pesar de sus ventajas ambientales y económicas, el uso de refrigerantes naturales aún enfrenta tres grandes desafíos:
-
Costo inicial de implementaciónaunque más económico a largo plazo, la inversión inicial sigue siendo más alta que la de los sistemas convencionales.
-
Capacitación técnicamuchos profesionales aún no están familiarizados con la manipulación segura de gases inflamables o sistemas en cascada.
-
Falta de incentivos gubernamentalesfaltan líneas de crédito específicas, subsidios o políticas públicas que aceleren la transición en el sector.
Cómo Argreen puede contribuir a esta transición
Sony Argreen ya trabaja en proyectos de climatización que contemplan el uso de gases alternativos y sistemas de alta eficiencia energética.Esto incluye no solo la instalación de enfriadoras y sistemas VRF modernos, sino también el soporte técnico y regulatorio necesario para que las empresas puedan migrar de forma segura hacia tecnologías de bajo impacto ambiental.
Nuestro equipo de ingenieros está preparado para apoyar desde la fase de diagnóstico hasta la ejecución del proyecto, considerando siempre los pilares fundamentales de la empresa: sostenibilidad, innovación y seguridad operativa.
Ya sea por cumplimiento normativo o por compromiso ambiental, migrar a refrigerantes naturales ya no es una tendencia, es una necesidad. Las empresas que inicien esta transición ahora tendrán una ventaja competitiva en los próximos años.
💚 Argreen te ayuda a evolucionar con seguridad
Si estás pensando en modernizar tu sistema de climatización, ponte en contacto con nuestro equipo técnico. Podemos evaluar tu proyecto actual y sugerir alternativas con refrigerante naturalcalcular las ganancias de eficiencia y ayudar en el cumplimiento de las normativas vigentes de ANVISA, ABNT y las Instrucciones Normativas del MAPA.